n 1852, el Príncipe compró la finca por 31.500 libras esterlinas; en ese momento había un antiguo castillo en el terreno, pero resultó inadecuado para la familia y en 1853 se colocó la piedra angular de una nueva casa. El castillo de Balmoral era una de las residencias favoritas de Victoria; tanto la reina como el príncipe quedaron impresionados con la belleza de Balmoral y, sobre todo, con su soledad y paz. Aquí la reina y su familia se ocuparon principalmente de actividades al aire libre, el Prince se regocijó especialmente en el ciervo que venía "sigilosamente por la casa".

Para el país de las Highlands, el atuendo de Victoria era sólido y fuerte. Anteriormente se pensaba que no era apropiado que una dama usara algo más que zapatos marroquíes delgados o botas muy ligeras para caminar, pero para sus visitas al Balmoral, necesariamente se recurría a zuecos y chanclos ".

El disfrute de Victoria del aire libre en Balmoral, creó no solo una moda de estilos inspirados en Escocia y Escocia, sino una combinación de ropa exterior y calzado que eran elegantes y resistentes.

Basado en un par de la colección del Victoria and Albert Museum, estos zapatos son ricos en detalles. Desde las suelas cosidas a mano hasta los tacones apilados a mano, son una armonía de elegancia y artesanía.